La complejidad es el desafío, no la respuesta.... Morin, E.

sábado, 23 de abril de 2011

La ciudad Rizópodo: Hacia una integración en la complejidad urbana

Los humedales constituyen una forma sin forma, una masa sin forma, moldeable, sin una pared celular que lo sostenga y limite. Los humedales me inspiran… tienen todo lo que aún el hombre no logra entender determinado por ese paradigma de la coexistencia de elementos, de la diversidad. Revolviendo mi mente relacioné a los humedales con los rizópodos dadas las características que poseen y entendiéndolos como un sistema sin comienzo ni final, para ir a la siguiente aproximación dedicada a la flexibilidad de la ciudad y llegar al preciado vínculo con la regionalización y la creación de un nuevo principio.
Me he dado cuenta que los humedales actúan de una manera similar a la ciudad, en que todos sus elementos son esenciales para su funcionamiento, actuando como un sistema donde trataré de algún modo, explicar la relación existente entre la naturaleza y la conformación de ciudades desde una organización óptima, manejable y sustentable en el territorio.
La famosa palabra de “globalización” que en mis oídos ha estado hace ya muchos años, se ha transformado en la explicación de la mayoría, si no de todos los ámbitos de la vida y de sus procesos, sin embargo, es simplemente una manifestación del capitalismo, representada entre tantos otros, en una transformación del espacio urbano, que según Boisier (2009) configura dos opiniones al respecto, una de ellas pertenece a quienes sostienen que la globalización devalúa el territorio, y por otro lugar, la opinión contraria de quienes apuestan a que la globalización contribuye a revalorización territorial, determinado por la relación entre el espacio y tiempo, ambos transformados por la innovación de tecnología derivados de la propia globalización y de las nuevas formas de vivir, tal como dice Castells (1998) el espacio organiza al tiempo en una sociedad red. Así, la determinación de la “nueva ciudad” se caracteriza por estar conectada de una forma global con el resto del mundo pero desconectada localmente, de manera social y física, dejando según mi criterio los espacios rurales fuera de esta integración, siendo de mucha importancia por todos los beneficios que traería hacia una desarrollo sostenible y de regiones “inteligentes”, uno de éstos beneficios destaca por su responsabilidad de cuidar y mantener el patrimonio natural, cultural y en muchas ocasiones, arquitectónico; ya que desde la globalización, el espacio rural pareciera ser valorado sólo cuando ofrece alimentos a la población urbana y materias primas para actividades de carácter urbanas, utilizando cada vez menos tierra y menos mano de obra, es decir, se están abandonando cada vez más las tradiciones proporcionalmente a su distancia con un centro urbano.


El espacio rural no puede entenderse como una realidad aislada, ni mucho menos con un límite definido (García, 1995). Más bien el espacio rural se inserta en el desarrollo urbano a través de un red urbana que lo configura. Se tiene que integrar éstos espacios en el conjunto de la estructura urbana regional, de ésta situación nace el conflicto entre el uso de suelo para diferentes actividades, donde si no se plantea nuevamente hacia qué desarrollo nos inclinamos como país, a través de la planificación rural, más allá de un desarrollo económico, existirá un predominio de la urbana, por sobre un espacio que debe estar integrado, por lo tanto, no entiendo por qué debe predominar uno sobre el otro, siendo que cada elemento es esencial, importa el conjunto.


Propongo la idea que más allá de la descentralización de las regiones del país, que es de real importancia, primero debe existir una coherencia y una potencialización en la integración de dos espacios totalmente diferentes, desde sus funciones hasta su estructura pero que forman parte de una misma forma, creo que éste tema es uno de los núcleos del por qué se decide a través de soluciones simples para terminar con problemáticas complejas, existe un error de concepción que en cierta medida nos mantiene en un estado de estancamiento hacia un desarrollo que va más allá de la economía, es decir, mientras más complejidad en nuestros territorios y el entendimiento de ello, conllevará al fortalecimiento de toda estrategia territorial de desarrollo (Boisier, 2009).
Un ejemplo de lo que ha generado la globalización en la ciudad es lo que menciona Morin, refiriéndose a que la modernidad transformó a las personas, hacia un “ciudadano del mundo”, haciendo una analogía desde mi perspectiva a que el ser humano “urbano” ha perdido toda identidad al estar recibiendo de forma constante información de todas las lugares del mundo ¿de dónde soy?; ¿qué me representa?, diferentes opiniones vertidas desde mi cerebro en vez de mis raíces, nos hemos convertido en meros habitantes de lo cotidiano, pero qué sucede con los habitantes de zonas rurales cuyas tradiciones aún se mantienen, en cierto modo, los dejamos de lado, sin considerar que éstos buscan y poseen su identidad respecto al lugar como elemento identitario, ésto pasa con todos los seres humanos, pero me refiero a las personas de las zonas rurales, asimilando que nosotros hemos sido consumidos por la globalización, por tecnologías, televisión, no asimilando nuestra vinculación con el territorio.


Se debe rescatar lo local, siendo sólo posible mediante una valorización de lo que tengo.


Por lo tanto, si propongo la integración de las zonas rurales también debo subrayar que se debe hacer de una forma respetuosa a través de un conocimiento colectivo, respetando toda tradición y forma de vida, que sea una simbiosis entre estilos de vida y no como en la actualidad ocurre, Madoery (2008) afirma que el territorio local es un espacio de construcción política, no es algo que esté por fuera de los sujetos, sino que es un sistema de acción social intencional (…), es un espacio de construcción social. Por lo que el territorio debe plantearse desde una perspectiva de estrategia, enlazando procesos sociales, económicos, tecnológicos, culturales con las prácticas políticas y la estrategia de los sujetos, ya que en la actualidad las regiones no son más que zonificaciones limitadas jurídicamente, dejando mucho de lado lo social, la opinión de las personas, como consecuencia de esta falencia existe la periurbanización, donde el espacio rural se ha transformado manteniendo un equilibrio inestable en las funciones tradiciones y las nuevas funciones derivadas de la nueva ciudad globalizada con esa patética presión ejercida por los procesos urbanos arrebatando todo a su camino, no es posible, ¿de qué desarrollo estamos hablando?.


Debemos activar nuestra inteligencia para realizar intervenciones territoriales, ya que cuando se comete errores por actuar a través de el dinero más que pensar en la "región", sin entender, que en la región debe existir también una identidad fundada en relaciones sujeto y entorno, las consecuencias siempre recaerá en los más vulnerables, en este caso, en las zonas rurales que no están sujeta a una planificación como sí la tiene la urbana.

Bibliografía:

García, M; Tullas, A; Valdovinos, N. (1995) "Geografía Rural". Madrid (ESP): Sintesis.

Von Baer, H. (2009) "El Retorno del actor territorial a su nuevo escenario" en Boisier, S. (19-46). Santiago(CHI): Universidad de la Frontera.

Sánchez, J. Congreso Nacional del Medio Ambiente. 9º Cumbre del desarrollo sostenible. Año de publicación desconocida. "El significado de la complejidad urbana: Estrategias medioambientales". (en línea) Disponible en World Wide Web http://www.conama9.org/conama9/download/files/CTs/985810_JRuiz.pdf